El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció algo que para el mundo empresarial estadounidense sería una grata sorpresa: el fin del ciclo de preparación de resultados financieros trimestrales.
En una publicación en la plataforma Truth Social, el mandatario afirmó que las empresas solo deberían estar obligadas a informar sus resultados financieros cada seis meses, alejándose del ritmo de informes trimestrales que define el calendario corporativo estadounidense.
«Sujeto a la aprobación de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EEUU), las empresas y corporaciones ya no deberían estar obligadas a ‘informar’ trimestralmente, sino a informar cada seis (6) meses«, escribió Trump. Según el mandatario, esto ahorrará dinero y permitirá a los gerentes concentrarse en la gestión adecuada de sus empresas.
Las normas de información financiera varían según los mercados internacionales. Las bolsas de valores estadounidenses exigen a las empresas que cotizan en bolsa que presenten sus estados financieros trimestralmente, mientras que la mayoría de las bolsas europeas solo los exigen dos veces al año.
¿De dónde viene el estándar de presentar resultados financieros trimestrales en EEUU con el que Trump quiere acabar?
La Securities Exchange Act (Ley de Intercambio de Valores) de 1934 faculta a la SEC para exigir informes financieros trimestrales a las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos.
El propio Trump tiene amplia experiencia en el manejo de los requisitos de información de la SEC. En 2002, su empresa, Trump Hotels & Casino Resorts, llegó a un acuerdo con el ente por un informe de 1999 en el que sus ganancias «ajustadas» incluían una ganancia única de 17,2 millones de dólares, pero excluían un cargo de 81,2 millones.
Por su parte, Warren Buffett, el director ejecutivo saliente de Berkshire Hathaway y quien nunca ha presentado una conferencia trimestral de resultados, ha criticado a lo largo de los años el uso de estados financieros ajustados y la propaganda generalizada de estos informes periódicos.
En su carta de 2022 a los accionistas, el ‘Oráculo de Omaha’ advirtió que ”incluso la cifra de ganancias operativas que preferimos puede ser fácilmente manipulada por los gestores que deseen hacerlo. Esta manipulación suele considerarse sofisticada por los directores ejecutivos, consejeros y sus asesores. Los periodistas y analistas también la aceptan”.
“Superar las ‘expectativas’ se presenta como un triunfo directivo”, continuó Buffett. “Esa actividad es repugnante. No se necesita talento para manipular las cifras: solo se requiere un profundo deseo de engañar. La ‘contabilidad audaz e imaginativa’, como un director ejecutivo me describió una vez su engaño, se ha convertido en una de las vergüenzas del capitalismo”.
Información de Yahoo Finance / Redacción Minuto Financiero
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