Entre 2007 y 2023, el comercio entre países en desarrollo (comercio Sur-Sur o ‘Sur Global’) aumentó más del doble, pasando de 2,3 a 5,6 billones de dólares. Se espera que en los próximos cinco años este represente casi el 70% del crecimiento económico mundial. En este contexto, América Latina tiene la oportunidad de liderar la reforma del sistema económico global hacia una economía más justa e inclusiva, aseveró Rebeca Grynspan, secretaria general de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
Escenario actual: retos y oportunidades
La economía global enfrenta un crecimiento lento, una deuda elevada, una inversión débil y un comercio cada vez más marcado por la dinámica geoeconómica y el proteccionismo, lo que amenaza con una mayor fragmentación del sistema global.
Para prosperar, las economías emergentes y en desarrollo necesitan flujos comerciales y de inversión internacionales estables. Por ello, defender el multilateralismo y el comercio basado en reglas acordadas es esencial para atraer inversiones y garantizar la estabilidad.
Un ejemplo es el reciente acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que reafirma el comercio como motor del desarrollo sostenible en un mundo multipolar.
América Latina en la economía global 2025
Con apenas entre el cinco y el seis por ciento del comercio mundial, América Latina puede fortalecer su posición en las cadenas globales de valor mediante políticas comerciales inclusivas .
En un ‘Sur Global’, que ya representa el 40 % del comercio mundial de bienes y el 30 % del comercio de servicios, la región debe liderar los esfuerzos para reducir las desigualdades y maximizar su potencial, de acuerdo con la alta funcionaria y ex vicepresidenta de Costa Rica. América Latina en la economía global 2025
América Latina posee entre el 50 y el 60 por ciento de las reservas mundiales de litio, así como recursos esenciales como el cobre y el níquel, claves para las tecnologías limpias y la revolución digital. El aprovechamiento de estos minerales críticos debería traducirse en beneficios locales: empleos, cadenas de valor justas y protección del medio ambiente.
Transformaciones globales: puntos clave para América Latina
La economía global vive una paradoja: crecimiento lento pero transformaciones rápidas. Este desequilibrio genera tensiones y nuevas asimetrías, pero también oportunidades importantes para América Latina:
- Un mundo ‘multipolar’: más del 70% del crecimiento económico en los próximos cinco años provendrá del llamado Sur Global, y el comercio Sur-Sur representará casi la mitad del total global. América Latina tiene la oportunidad de diversificar y fortalecer su participación global.
- La digitalización del comercio: las exportaciones de servicios crecen tres veces más rápido que las de bienes. La región puede liderar en materia de plataformas digitales y conectividad invirtiendo fuertemente en tecnología, infraestructura y capacitación de la fuerza laboral.
- La ‘revolución’ energética: el mercado de las tecnologías limpias igualará al del petróleo en la próxima década. América Latina ya está a la cabeza, con casi el 30 % de su energía procedente de fuentes renovables, superando el promedio mundial. La energía hidroeléctrica domina, generando más del 50 % de la electricidad en Brasil, Colombia y Paraguay. Por su parte, países como Brasil, Chile, México y Uruguay sobresalen en energía eólica y solar, mientras que la energía geotérmica está creciendo en naciones volcánicas como Costa Rica, El Salvador y México
Consideraciones finales
América Latina se encuentra en una encrucijada histórica. Frente a los desafíos globales, tiene la oportunidad de liderar el cambio global hacia una economía más justa e inclusiva.
Defender el comercio basado en normas, gestionar los recursos de forma responsable y fomentar la cooperación multilateral son pasos esenciales.
El año 2025 presenta desafíos y oportunidades singulares. Es hora de que América Latina demuestre que no solo es parte del cambio, sino el motor del cambio.
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