En China, el aumento del desempleo ha provocado una tendencia en la que los jóvenes pagan a las empresas para ir a una oficina a trabajar. Aunque parezca absurdo, en lugar de recibir un salario, los jóvenes pagan a una compañía para cumplir un horario y sentir que trabajan.
Este fenómeno ocurre porque las personas desempleadas, generalmente los nuevos profesionales, prefieren ir a una oficina en lugar de quedarse en casa esperando que llegue el anhelado trabajo.
Ante la dificultad para conseguir empleo, muchas empresas en China optaron por ofrecer el servicio de tener una oficina simulada en la que las personas pagan una tarifa para estar ahí durante varias horas.
¿Por qué los jóvenes en China pagan por ir a una oficina a trabajar?
En los últimos meses, empresarios de China han aprovechado la crisis laboral para equipar establecimientos. Los espacios tienen computadoras, acceso a internet, salas de juntas y áreas para compartir.
De esta manera, tienen una oficina simulada a la que las personas desempleadas pueden ir como si se tratase de un rutinario trabajo. Este tipo de espacios ya están funcionando en ciudades como Shenzhen, Shanghái, Nanjing, Wuhan, Chengdu y Kunming.
La diferencia principal entre este tipo de establecimientos y los llamados “Coworking”, es que en estas oficinas chinas acuden jóvenes que no tienen trabajo. Es decir, son empresas chinas de simulación de trabajo.
De acuerdo con un artículo publicado en BBC Mundo, estos establecimientos están ganando cada vez más popularidad por el alto nivel de desempleo juvenil chino, que ya supera el 14 %.
En este sentido, hasta los graduados universitarios que están calificados para trabajos profesionales, tienen dificultad para conseguir empleo en ese país.
Fingir que se trabaja
Tras pagar una tarifa diaria que ronda entre 30 y 50 yuanes, lo equivalente a 4,18 dólares y 6,96 dólares americanos, los jóvenes pueden usar los espacios el tiempo que deseen. El monto de la entrada incluye almuerzo, refrigerios y bebidas.
Christian Yao, profesor titular de la Escuela de Administración de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, y experto en la economía china afirmó que este fenómeno es muy común.
El profesor explicó que ante la reducción del mercado laboral, los jóvenes necesitan lugares tranquilos para concentrarse en las decisiones que deben tomar para conseguir empleo. «El fenómeno de fingir que se trabaja es ahora muy común», dijo Yao.
Por tal motivo, no es casualidad que los jóvenes chinos están aprovechando estos espacios para concentrarse en buscar trabajo o darle forma a sus emprendimientos. Este es el caso de Xiaowen Tang, una joven que se graduó hace un año y aún no consigue empleo.
Ante esta situación, la joven alquiló una estación de trabajo en una empresa ficticia de Shanghái durante un mes a principios de este año. Desde allí, comenzó a escribir novelas para intentar ganar algo de dinero.
Los jóvenes encuestados en el artículo comentaron que estos espacios donde pagan para ir a trabajar representan una opción para salir de sus casas y sentirse productivos. Además, les permite escapar un poco de la presión de los padres para conseguir empleo.
Información de BBC Mundo / redacción Minuto Financiero
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