La economía mundial se enfrenta a una fuerte desaceleración provocada por la guerra comercial más severa desde la década de 1930, según Fitch.
La agencia de calificación crediticia ha señalado el conflicto arancelario en curso entre las dos superpotencias económicas Estados Unidos y China como uno de los enfrentamientos más agudos de los últimos años. Señaló que la magnitud de esta guerra comercial no tiene precedentes desde la Gran Depresión.
Perspectivas económicas débiles
Fitch ajustó recientemente su pronóstico para la tasa arancelaria efectiva de EE. UU., estimándola ahora en el 14,2 %. Esta es una revisión a la baja, significativamente inferior a la tasa del 27 % que Fitch proyectó en abril. La agencia atribuye el ajuste a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de moderar su postura agresiva sobre la imposición de aranceles generalizados a otros países.
Sin embargo, a pesar de este reciente cambio de política, Fitch advierte que las perspectivas económicas siguen siendo débiles.
«Nuestras últimas previsiones del PIB reflejan una volatilidad extrema en la política comercial estadounidense en los últimos meses, lo que ha aumentado la incertidumbre y lastrará aún más el crecimiento», declaró la agencia.
Fitch analizó las perturbaciones económicas más amplias causadas por el conflicto comercial, señalando que los aranceles han mermado la confianza de las empresas y los consumidores estadounidenses.
Esto, a su vez, provocó un aumento repentino de las importaciones en el primer trimestre de 2025, ya que los consumidores y las empresas estadounidenses se apresuraron a abastecerse preventivamente antes de las subidas arancelarias previstas. Paralelamente, los inventarios aumentaron drásticamente.
A pesar de estas tendencias, Fitch encontró poca evidencia de un impacto inmediato en el índice de precios al consumidor (IPC) de EE. UU. Pero la agencia señaló que los precios al productor de las materias primas y diversas medidas de presión sobre los precios basadas en encuestas han experimentado un repunte, lo que indica posibles riesgos inflacionarios en el futuro.
La agencia también señaló presiones a la baja sobre los precios de los activos financieros estadounidenses, marcadas por una mayor volatilidad en el mercado de valores, un dólar más débil y el aumento de los rendimientos de los bonos gubernamentales a 30 años.
La guerra de aranceles entre Estados Unidos y China
Si bien el conflicto comercial entre Estados Unidos y China ha lastrado el crecimiento económico mundial, los últimos meses han ofrecido cierto alivio. Esta tregua ha propiciado algunas revisiones positivas de las expectativas de crecimiento para las principales economías mundiales.
Fitch revisó al alza su pronóstico de crecimiento del PIB de EE. UU. para 2025, del 1,2 % al 1,5 %. Mientras tanto, se espera que el crecimiento de China alcance el 4,2 %, frente a una previsión anterior del 3,9 %.
En Europa, las perspectivas para la eurozona también han mejorado, y Fitch ha actualizado su pronóstico de crecimiento para la región del 0,6 % al 0,8 % para 2025.
Sin embargo, incluso con estas revisiones positivas, los riesgos de inflación siguen siendo elevados. Fitch señaló que la volatilidad de los precios del petróleo, en particular el precio promedio del petróleo previsto de 70 dólares por barril en 2025, podría aumentar aún más las presiones inflacionarias en la economía mundial, que ya enfrenta desafíos por la guerra comercial.
Mientras el mundo continúa navegando por este panorama económico incierto, el impacto a largo plazo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue siendo un factor crítico para las perspectivas de crecimiento global.
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