La aerolínea germana Lufthansa se asoció con el fabricante de aviones europeo Airbus para utilizar combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) en todos los vuelos nacionales de los empleados de Airbus en Alemania.
La colaboración, que comenzó el 1 de junio, es clave para los objetivos de neutralidad climática de Lufthansa.
¿Cómo funciona?
El SAF no se utiliza directamente en vuelos individuales. En su lugar, se mezcla con queroseno fósil antes de llegar a los aeropuertos. Como combustible de reemplazo, el SAF se integra fácilmente en los aviones y sistemas de combustible existentes.
Una vez adquirido, Lufthansa garantiza que el SAF equivalente, relacionado con la huella de carbono del cliente, se utilice en un plazo de seis meses. Este método reduce el impacto de las emisiones de los vuelos, incluso si no se utiliza SAF en un vuelo.
A lo largo de su ciclo de vida, el combustible SAF fabricado a partir de residuos biogénicos reduce las emisiones de CO2 en aproximadamente un 80 % en comparación con el combustible para aviones tradicional.
Con la adopción de la Tarifa de Valor Corporativo Sostenible, Airbus está haciendo que los viajes de sus empleados dentro de Alemania sean más respetuosos con el medio ambiente. Esto refleja una tendencia creciente: cada vez más empresas optan por la responsabilidad climática en sus viajes.
El SAF como recurso para reducir las emisiones e impulsar el crecimiento del sector
Airbus utiliza el combustible de aviación sostenible como una solución clave para reducir las emisiones de su aviación. Lo promueve no solo a través de su uso interno, sino también mediante la creación de alianzas y la realización de inversiones específicas.
El gigante de la aviación lleva casi una década utilizando SAF y su objetivo es cubrir al menos el 30 % de su consumo interno de combustible con SAF para 2030. Esto incluye combustible para el transporte interno y los viajes de negocios de los empleados.
Cabe destacar que todos los aviones Airbus actuales pueden volar con hasta un 50 % de SAF.
Para 2030, el objetivo es que todos los aviones y helicópteros estén preparados para el 100 % de SAF. Ya se están diseñando nuevos modelos de pasillo único con este objetivo en mente.
Desde 2024, Airbus ha adquirido opciones de SAF de Air France-KLM para los vuelos de sus empleados entre París y ciudades como Hamburgo, Madrid, Marsella, Múnich y Toulouse.
Por su parte, Lufthansa planea reducir a la mitad las emisiones netas de CO2 de sus vuelos para 2030, en comparación con los niveles de 2019. También aspira a cero emisiones netas para 2050 y a la neutralidad de carbono en su mercado local para 2030.
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