Mientras algunas estrellas invierten en marcas de tequila o en criptomonedas, otras celebridades han descubierto el sector de bienes raíces, convirtiendo sus inversiones en oro puro (no literalmente). Concrétamente, poseen propiedades muy caras en áreas muy codiciadas.
Muchos de esos artistas van más allá: son inversores de alto riesgo, magnates y generadores de ingresos inmobiliarios que ganan más dinero por metro cuadrado del que la mayoría de la gente común genera en toda su vida.
Algunas de las celebridades del mundo del espectáculo que también destacan en el mundo de los bienes raíces son:
Oprah Winfrey
Nadie tiene una cartera inmobiliaria serena de 100 millones de dólares como Oprah Winfrey. La reina de la televisión diurna ha amasado discretamente un imperio inmobiliario, cuya joya de la corona es una finca de 70 acres en Montecito, California.
También ha tenido casas en Hawái, Colorado y Chicago, pero la propiedad de Montecito, apodada «La Tierra Prometida», es donde sus sueños inmobiliarios alcanzaron cotas divinas. Además, compró una finca vecina por 10,8 millones de dólares solo para tener más privacidad.
Ellen DeGeneres y Portia de Rossi
Algunas parejas juegan al tenis juntas, Ellen y Portia revenden propiedades millonarias por diversión. Desde 2003, se dice que la pareja ha comprado y vendido más de 20 propiedades en el sur de California.
¿Su estrategia inmobiliaria? Adquirir casas arquitectónicamente únicas, renovarlas a la perfección y luego venderlas con ganancias desorbitadas.
Su mayor inversión en bienes raíces hasta el momento fue una finca de mediados de siglo en Beverly Hills que perteneció a Brad Pitt. La compraron por 12 millones de dólares y luego la vendieron por 15,5 millones de dólares, nada mal para estas celebridades.
Jay-Z y Beyoncé
El negocio inmobiliario de Jay-Z y Beyoncé incluye una propiedad en Bel-Air de 88 millones de dólares con cuatro piscinas.
En 2017, la casa en Bel-Air fue la más cara jamás comprada en Los Ángeles en ese momento. La pareja también tiene una escapada de 26 millones de dólares en East Hampton con un estanque importado de Italia.
El Sr. y la Sra. Z también son conocidos por sus astutas inversiones en los barrios de Tribeca y NoHo de Nueva York, e incluso se rumorea que tienen una mansión de lujo en las Bahamas.
Rihanna
Rihanna puede estar construyendo un imperio de belleza y moda con Fenty, pero también acumula importantes activos inmobiliarios. Además de sus áticos en Manhattan y una villa en Barbados, se dice que posee una mansión en Beverly Hills de 13,8 millones de dólares y adquirió la casa de al lado por 10 millones.
Además, alquila una de sus casas en Hollywood Hills por la módica suma de 35 000 dólares al mes.
Arnold Schwarzenegger
Antes de convertirse en un gigante de la taquilla o en el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger era un astuto inversor con ojo para la ubicación.
En la década de 1970, cuando aún era un fisicoculturista en ascenso, compró un pequeño edificio de apartamentos en Santa Mónica, reinvirtió las ganancias y nunca miró atrás. Hoy, su cartera incluye unidades multifamiliares, propiedades comerciales y locales en las mejores áreas inmobiliarias de California.
Leonardo DiCaprio
La filmografía de Leonardo DiCaprio está repleta de éxitos de taquilla, pero sus inversiones en la vida real priorizan la preservación sobre la ostentación.
Mucho antes de que la sostenibilidad se convirtiera en una palabra de moda en las alfombras rojas, DiCaprio adquirió discretamente Blackadore Caye, una isla privada en Belice, con planes de convertirla en un resort ecológico de vanguardia.
También posee casas de lujo en Los Ángeles y un apartamento en Riverhouse, un complejo con certificación ecológica en Battery Park. ¿Su estilo? Paneles solares, madera recuperada y una fuente de ingresos pasivos que no cuesta un ojo de la cara.
Taylor Swift
Cuando no encabeza las listas de éxitos o arrasa en internet con una nueva grabación, Taylor Swift es una de las celebridades que construye discretamente un imperio en el sector de bienes raíces.
Valuada en unos 150 millones de dólares, su cartera incluye desde una mansión de 11 000 pies cuadrados junto a la playa en Rhode Island hasta un conjunto de propiedades en Tribeca, Nueva York, tan numerosas que se las conoce como ‘Taybeca’.
Swift también posee casas en Nashville y Beverly Hills, cada una reflejando su época estética: históricas, de buen gusto, de alto valor y muy poco comunes en Zillow. No solo compone canciones sobre sus exparejas, sino que también acumula riqueza generacional.
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